Homero 1520, Polanco
55 55 31 29 25 al 27

Historia

Fue hace 70 años ya, en un día como hoy, el sol asomaba sus primeros rayos en la calle Euclides, donde las pequeñas tiendas iban abriendo una por una sus puertas listas para recibir a sus fieles clientes como todos los días. Sin embargo, algo sucedió ese día que cambiaría la vida de cientos de personas…un local que nunca antes había descubierto su interior, abrió sus puertas para hacer visible su vitrina, llena de deliciosos pays de manzana que conquistaban a simple vista, un aroma indescriptible atraía a las personas quienes al llegar recibían un caluroso saludo que los hacía sentir en casa: “Bienvenidos a Pays Coronado”.

Fue gracias a la inigualable visión de Doña Soledad, complementada por el don y conocimientos de Don Martín que lo que inició como un sueño se tornó en una realidad. Don Martín adquirió los conocimientos gastronómicos que posteriormente desembocarían en el nacimiento de Pays Coronado en los trenes Pullman de la época, aquellos nombrados por su característica disponibilidad de camas para las personas de alcurnia, cuyas exigencias no radicaban únicamente en tener dónde descansar, sino en tener siempre la mejor comida a su disposición. Doña Soledad y Don Martín fueron recorriendo Estados Unidos en busca de las mejores recetas, aprendiendo los secretos que daban ese sabor inigualable y una vez que tuvieron lo necesario regresaron a su tierra natal, México. Después de muchos esfuerzos, dedicación y perseverancia lograron adecuar las fórmulas de acuerdo a la materia prima existente en el mercado.

Con el paso del tiempo más personas se aventuraban a entrar a esa tienda, guiados por la publicidad que hasta la fecha no ha dejado a la empresa: de boca en boca; tal como las mejores secretos son revelados. Tal fue la demanda que llegó el momento para la familia Coronado de expandir el negocio, por lo que compraron pequeñas camionetas a las cuales un artista de la época les dibujaba lo que hoy en día sería una bella fotografía de un delicioso pay de manzana. Posteriormente se fueron replicando las tiendas y nacieron las sucursales de Homero, Julio Verne, Ejército Nacional; incluso el éxito fue tal que se iniciaron las ventas a escuelas, hospitales y empresas. Así fue como lo que comenzó como un pequeño taller artesanal del sabor poco a poco fue creciendo hasta consolidarse una empresa de reconocimiento mexicano, una empresa que pese a su expansión nunca perdió de vista los valores en que radican sus raíces.

Con el paso de los años el conocimiento se fue transmitiendo de padres a hijos; hubo un momento en que incluso cuatro generaciones trabajaron en la empresa al mismo tiempo. La pasión por lo que hacían y el fuerte lazo familiar hizo que Pays Coronado perdurará y saliera adelante en momentos difíciles. Pese al intento de compra por grandes corporativos, la familia Coronado nunca cedió pues se negaba a anteponer la ganancia ante la calidad, razón de ser de la empresa.

Lo que se comenzó como una moda gastronómica se convirtió en un ícono culinario; primero fueron los legendarios pays de manzana, posteriormente los incomparables de queso con fruta natural y luego los tan conocidos pays de limón. La receta del queso que ha hecho a los pays de incomparables, es uno de los secretos más asediados en las pastelerías y reposterías; una fórmula única y tan exquisita que hace agua cada paladar que se ponga en el camino. Ese sabor que ha permanecido hasta la fecha, haciendo que esos momentos se repitan para las nuevas generaciones y lo compartan con las venideras. No importa si es una comida familiar, una reunión de té o una rebanada que acompañe una plática entre amigos el sabor de Pays Coronado ha estado presente en esos momentos únicos de cariño y convivencia.

Por estas razones es que hasta la fecha en los barrios de la Ciudad de México se cuenta la historia de los pioneros de los pays, la historia de Pays Coronado